domingo, 27 de diciembre de 2020

Entimema del pathos: propuesta para desarrollar un argumento emocional

El argumento utilizado en la retórica, es el entimema (Vega, 2004: 291). El entimema es el cuerpo de la persuasión (Aristóteles, 1994: 164). “[…] la persuasión es una especie de demostración (puesto que nos persuadimos sobre todo cuando pensamos que algo está demostrado); como, por otra parte, la demostración retórica es el entimema” (Aristóteles, 1994: 167). El entimema es el silogismo de la retórica (Aristóteles, 1994:180). Se  caracteriza porque “[…] puede partir de generalizaciones no solo ciertas y verdaderas, sino verosímiles o plausibles y, en consecuencia, falibles o sujetas a excepciones”; “[…] puede descansar en nexos inferenciales no solo necesarios, sino probables y, en consecuencia, relativamente laxos o no estrictamente concluyentes”. El argumento retórico o entimema es un discurso que ofrece razones para apoyar una acción, al suponer la “construcción de una inferencia que va de una premisa a una conclusión” (Tapia, 2004:182). El entimema era ese tipo de razonamiento que […] dejaba implícita una premisa o mezclaba las razones emotivas con las lógicas (en este sentido, la argumentación no sería puramente lógica, porque introduce el aspecto emocional) […]” (Tapia, 2004:190,191). Un entimema tiene tres funciones, cada una de las cuales puede predominar más que las otras: provocar credibilidad en el hablante, excitar determinado sentimientos [Cfr. Aristóteles, 1994: 583, 584] o seguir un orden más estrictamente lógico (Cortés, 1994: 207). El orden del entimema no es algo definido, “puede adoptar gran variedad de expresiones sintácticas” (Cortés, 1994: 214). Aristóteles muestra varios tipos de orden sintáctico, uno de ellos es el que tiene prótasis, la cual funciona como premisa menor y apódosis, que funcionaría como conclusión (Cortés, 1994: 214). La premisa menor es “el elemento esencial para conseguir el cambio de opinión en el auditorio […] cuya veracidad ha sido previamente asegurada mediante testimonios” (Cortés, 1994: 215). El entimema suele ser un silogismo carente de la premisa mayor, aunque no siempre es así, ya que puede ser utilizado (Cortés, 1994: 215).


      Se propondrá un orden sintáctico específico, para estructurar un entimema que evoque determinadas emociones en el auditorio. El entimema constará de premisa menor (prótasis) y conclusión (apódosis). La premisa menor será el elemento esencial para promover el cambio de opinión en el auditorio recluido, y poder alcanzar la persuasión; contendrá las emociones a través de los repertorios interpretativos; los repertorios interpretativos, al ser palabras que narran o describen situaciones comunes de vivencia emocional del auditorio, serán una especie de testimonio, la cual dará verosimilitud al argumento, es decir, son palabras que describen lo que se sabe ocurre o no ocurre

      El entimema presentará algunas características en la redacción, lo cual tiene que ver con la relación entre emoción y lenguaje, desde la pragmática de la comunicación emotiva (Caffi & Janney, 1994). La primera característica será, que la redacción de los verbos será en tiempo presente, lo cual se remite a la categoría de proximidad temporal, dentro de la pragmática de la comunicación emotiva. La categoría de proximidad, potencialmente incluye todo tipo de cambios verbales y no verbales que varían metafóricamente en distancias entre hablantes y temas, en un discurso de espacio tiempo (Caffi & Janney, 1994: 356). La proximidad temporal, regula distancias metafóricas entre eventos de “ahora” y “después”, es decir, acelera la persuasión (presente versus otros tiempos verbales, ejemplo, yo estoy muy apenado/yo estuve muy apenado), o entre eventos “inmediatos” y “no inmediatos” [presente actual versus presente continuo (presente con gerundio)] (Caffi & Janney, 1994: 356). 

Entimema: el desarrollo de un argumento.

El argumento utilizado en la retórica, es el entimema (Vega, 2004: 291). El entimema es el cuerpo de la persuasión (Aristóteles, 1994: 164). “[…] la persuasión es una especie de demostración (puesto que nos persuadimos sobre todo cuando pensamos que algo está demostrado); como, por otra parte, la demostración retórica es el entimema” (Aristóteles, 1994: 167). El entimema es el silogismo de la retórica (Aristóteles, 1994:180). Se  caracteriza porque “[…] puede partir de generalizaciones no solo ciertas y verdaderas, sino verosímiles o plausibles y, en consecuencia, falibles o sujetas a excepciones”; “[…] puede descansar en nexos inferenciales no solo necesarios, sino probables y, en consecuencia, relativamente laxos o no estrictamente concluyentes”. El argumento retórico o entimema es un discurso que ofrece razones para apoyar una acción, al suponer la “construcción de una inferencia que va de una premisa a una conclusión” (Tapia, 2004:182). El entimema era ese tipo de razonamiento que […] dejaba implícita una premisa o mezclaba las razones emotivas con las lógicas (en este sentido, la argumentación no sería puramente lógica, porque introduce el aspecto emocional) […]” (Tapia, 2004:190,191). Un entimema tiene tres funciones, cada una de las cuales puede predominar más que las otras: provocar credibilidad en el hablante, excitar determinado sentimientos [Cfr. Aristóteles, 1994: 583, 584] o seguir un orden más estrictamente lógico (Cortés, 1994: 207). El orden del entimema no es algo definido, “puede adoptar gran variedad de expresiones sintácticas” (Cortés, 1994: 214). Aristóteles muestra varios tipos de orden sintáctico, uno de ellos es el que tiene prótasis, la cual funciona como premisa menor y apódosis, que funcionaría como conclusión (Cortés, 1994: 214). La premisa menor es “el elemento esencial para conseguir el cambio de opinión en el auditorio […] cuya veracidad ha sido previamente asegurada mediante testimonios” (Cortés, 1994: 215). El entimema suele ser un silogismo carente de la premisa mayor, aunque no siempre es así, ya que puede ser utilizado (Cortés, 1994: 215).